Corro hacia el horizonte del amor
Leguas de tierra yerma han encallecido mis pies
Desiertos, montañas, rios y bosques
Persiguiendo el ocaso de unos besos
He nadado por océanos helados
Infestados de los monstruos del desánimo
Tempestades de celos, huracanes de ignorancia
Solo para alcanzar un cálido “Te amo”
Pero
Nadie nunca caminó por esa línea
Tus labios son pequeños, finos y rojos
Como el filo de una navaja ensangrentada
Ahora volveré sólo a mi casa
Allí donde tengo mi tristeza
Desplegare mil lagrimas en un tablero
Piezas que forman mi corazón destrozado
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